Una hazaña de inteligencia investigativa llamada Miguel Ángel Moreira Martínez

El pasado sábado todo Salto y por qué no el país hablaba de un mismo tema, el plan para rapiñar a un empresario que se dedica a los eventos nocturnos.

Aunque todos hablábamos de lo mismo, todos teníamos diferentes versiones y especulaciones y claro, como buen uruguayo, nos habíamos convertido hasta si se quiere en investigadores, sacando nuestras propias conclusiones y haciendo nuestro juicio, que cerca o no de la verdad, todos formamos una opinión.

Lo cierto es que solo pasaron 24 horas para conocer la verdad, o parte de ella.

Una mujer que se decía ser colombiana y se hacía llamar Zamira, que resulto llamarse Elvira y ser más salteña que los jugos de la Urreta, había ideado un plan, hasta macabro si se piensa en los detalles. Era seguida por su actual pareja, un joven y conocido empresario del medio, pero más “famoso” por su actividad política, socio de quién al final podría haber sido la víctima,pero que, afortunadamente por una hazaña policial, terminó pinchándose.

El plan era simple: rapiñar la recaudación de un evento, que tendría como estelar a un artista argentino “Elegante” pero que, por alguna razón fue suspendida su presentación hace algunos meses. De todas formas, la “banda” no se daría por vencida, actuaría después, concretamente el pasado sábado cuando se realizara la fiesta de “Halloween”.

¿CÓMO SE HARÍA EL GOLPE?

Los actores principales de esta «película» son 6 a los que llamaremos: la colombiana, el edil, los adolescentes (que son dos) y los montevideanos, que también son dos, un hombre y una mujer.

La colombiana, una mujer uruguaya de 34 años, conocida por la policía, quién en esta historia es la cabeza que planifica todo, está dentro del radar policía por algunos hechos, como por ejemplo ser la ex pareja de un ex policía que participó de la muerte del Chito Vidart. Ella fue quién preparó todo, desde los detalles mínimos como por ejemplo ir a la zona del polo, donde se haría la fiesta hasta conseguir a los montevideanos que perpetrarían el atraco.

Ella y uno de los montevideanos adolescentes iban a estar en el baile para controlar los movimientos de dinero. Afuera y disfrazados para pasar desapercibidos estarían el otro de los adolescentes y un mayor, también montevideano. Su rol era esperar una indicación e interceptar el vehículo en el que retirarían el dinero.

Luego de consumado el robo tenían planeado juntarse en la casa de ella, donde aguardaría otra de las adultas (montevideana), encargada de cuidar a unos niños, que no se sabe quienes serían porque no se conocieron detalles sobre eso. Allí se distribuirían el dinero, que iba a ser 60% para los montevideanos y un 40% para el edil y su pareja.

El edil, que tenía pleno conocimiento de todo el detalle, porque participó de la reunión con los asaltantes en Montevideo, quizás no participaría del hecho en sí, aunque no lo sabemos a ciencia cierta, porque solo se lo mencionó que estaría en la división de las “ganancias”.

LA HAZAÑA DE MIGUEL MOREIRA

La investigación comenzó en aquel evento suspendido, pero que nunca se detuvo. Aunque Moreira no habló hasta hoy en ningún momento del hecho, si lo hicieron extraoficialmente algunos policías que participaron de la investigación activamente.

Fue concretamente una semana antes cuando «la banda» comenzó a hablar nuevamente del plan inicial y ahí encendió las alarmas de la investigación.

En completo silencio y reserva, Moreira juntó a sus hombres y ordenó trabajar en el tema, como lo dije antes, en silencio y con reserva.

Desde vigilancias, seguimientos y hasta la intervención de «el guardián» este sistema informático del que tanto se habla, pero poco se sabe y junto a la perseverancia de Moreira, fue que todo salió de acuerdo a lo que se planificó.

Claro, es que luego de todo nos pusimos a leer el currículum de Moreira: Egresado de la escuela nacional de policía en el 1990, computa en los últimos 15 años más de 30 premios y reconocimientos dentro de la policía, incluyendo un premio del exministro del Interior, Nicolás Martinelli nada menos que «a la inteligencia funcional».

Es que Moreira no es ningún tibio y mucho menos improvisado, entre los cursos que figuran en su legajo tiene aprobado: Lucha contra el terrorismo dictado por la BKA Alemana, Lucha contra el contrabando dictado por la Aduana Estadounidense, Combate Urbano realizado en la mismísima SWAT, Seguridad Bancaria en España, Técnico en Explosivos, Negociador para situaciones de riesgo y rehenes y podemos seguir porque suma más de 20.

Solo es cosa de recordar un poquito, en los últimos años el Comisario Mayor Moreira ha sido la cabeza de los grandes procedimientos policiacos en la ciudad, esos donde participan hasta helicópteros y camiones blindados, como dije, no es ningún tibio.

Quienes tenemos el privilegio de conocerlo, más allá del policía, conocer a Miguel persona común, sabemos que es un tipo sencillo, un salteño como cualquier otro, que es padre, esposo, hermano y amigo. Quienes tenemos el privilegio de poder charlar de futbol, política y hasta rumores del espectáculo con él, aunque de sus investigaciones no largue una sola letra para poder escribir algo, tenemos bien en claro que esta Hazaña Investigativa lleva su nombre, MIGUEL ÁNGEL MOREIRA MARTINEZ.