El histórico Teatro Larrañaga celebra este mes 143 años desde su inauguración en 1882, consolidándose como uno de los íconos culturales más emblemáticos del país y orgullo del pueblo salteño.
Su origen es una verdadera gesta ciudadana: fue construido gracias a la iniciativa de vecinos que, movidos por el espíritu cultural de la época, financiaron la obra mediante la venta de acciones al pueblo. Los planos fueron realizados por el ingeniero inglés Robert Alfred Wilkinson, cuyo nombre lleva uno de los pasillos laterales, mientras que la construcción estuvo a cargo del constructor Antonio Ruggieri, siguiendo los grandes modelos europeos del siglo XIX.
El Teatro Larrañaga se distingue por su arquitectura imponente y una acústica reconocida entre las mejores del mundo. Su sala, sin columnas y con foso para orquesta, garantiza una visibilidad perfecta desde cualquier punto, un detalle revolucionario para la época. En su interior destacan las paredes empapeladas, el cielo raso y el telón, obras de reconocidos artistas que aún conservan su esplendor original.
A lo largo de su historia, el teatro vivió momentos de esplendor y también de silencio, hasta su recuperación gracias al esfuerzo de salteños comprometidos como Mario Supparo y Leopoldo Amorim. En 1947 fue remodelado por el arquitecto José María Ambrosoni, quien modernizó la fachada, el foyer y la platea, además de incorporar una araña eléctrica y restaurar las pinturas interiores.
En 1988, su valor artístico y patrimonial fue reconocido oficialmente al ser declarado Monumento Histórico Nacional. Hoy, bajo la gestión de la Intendencia de Salto, el Teatro Larrañaga mantiene vivo su espíritu, albergando espectáculos, muestras y actividades que lo consolidan como el gran escenario del arte en el litoral uruguayo.
Más que un edificio, el Larrañaga es el símbolo de una ciudad que apostó por la cultura y la belleza. Un teatro nacido del pueblo y para el pueblo, que 143 años después sigue iluminando el alma de Salto.
Cada año, el Teatro Larrañaga recibe decenas de espectáculos de diversas ramas del arte, por cuyas tablas pasan cientos de artistas, reafirmando su condición de centro cultural de referencia nacional.